El mar

el_mar_.jpg

Voy hacia ti. Camino descalza sin miedo a pisar cristales rotos, confiando en que si pasa, me curarás con tu abrazo de sal.

Tengo tantas historias que contarte… pero ahora prefiero que hables tú. Cuéntame entre susurros todas las veces que te han llorado, cuántas veces has sanado. Quiero saber cuántos corazones han latido entre tus costillas, y cuántos han sobrevivido a tus cosquillas.

Quiero saberlo. Saber a qué atenerme. Que mi piel está temblando y no sabe si es por frío o por tu abrigo.

Cuéntame si tú también lloras.

Dime cómo hago para evitarlo. El deseo de sumergirme en el mar de tus ojos. Azules, intensos, mojados. Dime cómo, o déjame nadar en sus aguas y no me dejes secar nunca. No me importa si tu agua es salada y me da más sed de ti. No me importa, si acaricias con tu espuma mi orilla.

Ya da igual si rompo por vivir ahogada en ti. Es tarde para arrepentirse de haber entrado al agua, pero ya que estás, te pido… sálvame de un golpe de mar.

Deja un comentario